domingo, 28 de octubre de 2012

CARACOL DE LA ESCALERA


Hacia el condado de tu torre emerge
el caracol de la escalera
y desde allí, el mundo a su regazo.

En un plano de sueños suspendido
ha de sentir el corazón
en ese precipicio de peldaños,
lo poco que es el hombre desde lo alto.

Distanciado de espacios,
mareado de abismos, navegará los aires
y como proa, entrará su mirada
en los ríos sin nombre.

Catapultada desde la tierra el alma,
alejado del polvo de los muertos
eterno vivirá, como los dioses.



* * *




BOGANDO HACIA FINISTERRE


Ondas de río cálido se baten
en espuma de azucarado brillo
que malecón de blanca loza, trepa.
En la baranda de la mesa,
 pleamar de avejentado estaño
abre a la Rosa de los Vientos
a media luz, un horizonte plano.

Con remos de metálico sonido
va mi balandro erguido en meridiano
por la rivera neutral de tu mirada.
Late en la quilla, como esternón del alma
el corazón redondo del pocillo
y una estela de amarronado llanto
refracta en el vitral, la despedida.

Atravesando puentes de olvido
un mapa raído lleva
al Finisterre, bajando la escalera.
Y en la primera esquina, el mundo acaba.






Con palabras de Raúl Gustavo Aguirre iniciamos el recorrido por el caracol de nuestros interiores,
sea, entonces, el alto mensaje de su última entrevista periodística el cierre más adecuado:

"Sin los artistas y sin los poetas el hombre no sería humano. La vida no tendría sentido. El hombre que talló la primera piedra ¿era poeta o cazador? No lo podemos discernir hoy. La función del arte y la poesía consisten sobre todo en reconciliar a los hombres con el mundo, con los otros, consigo mismo, con todo eso que se les ha vuelto cada vez más extraño".

Raúl Gustavo Aguirre (Bs. As.,2 de enero de 1927 – Bs.As.,18 de enero de 1983). 


Fotos:  Faro Marítimo - Internet
Escalera interior Café de los Angelitos - Autor: Alejandro Arazo 

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