jueves, 30 de enero de 2014

SOMBRAS

ELOGIO DE LA SOMBRA

Quedan el hombre y su alma.
Vivo entre formas luminosas y vagas
que no son aún la tiniebla.
Buenos Aires,
que antes se desgarraba en arrabales
hacia la llanura incesante,
ha vuelto a ser la Recoleta, el Retiro,
las borrosas calles del Once
y las precarias casas viejas
que aún llamamos el Sur.
Siempre en mi vida fueron demasiadas las cosas;
Demócrito de Abdera se arrancó los ojos para pensar;
el tiempo ha sido mi Demócrito.
Esta penumbra es lenta y no duele;
fluye por un manso declive
y se parece a la eternidad.
Mis amigos no tienen cara,
las mujeres son lo que fueron hace ya tantos años,
las esquinas pueden ser otras,
no hay letras en las páginas de los libros.
Todo esto debería atemorizarme,
pero es una dulzura, un regreso.
De las generaciones de los textos que hay en la tierra
sólo habré leído unos pocos,
los que sigo leyendo en la memoria,
leyendo y transformando.
Del Sur, del Este, del Oeste, del Norte,
convergen los caminos que me han traído
a mi secreto centro.
Esos caminos fueron ecos y pasos,
mujeres, hombres, agonías, resurrecciones,
días y noches,
entresueños y sueños,
cada ínfimo instante del ayer
y de los ayeres del mundo,
la firme espada del danés y la luna del persa,
los actos de los muertos,
el compartido amor, las palabras,
Emerson y la nieve y tantas cosas.
Ahora puedo olvidarlas. Llego a mi centro,
a mi álgebra y mi clave,
a mi espejo.
Pronto sabré quién soy.


                                                         JORGE LUIS BORGES

                                                                          
                                                                                                        * 

SOMBRA Y MIEDO

Tengo miedo de tí,
de mí, del mundo, del aire,
del amor,
de la sombra.
Tengo miedo del miedo. 
Miedo de caer 
sin nombre,
sin memoria y sin cuerpo
en la eternidad
del olvido y del silencio.

                                                                               ELÍAS  NANDINO VALLARTA


                                                                                               *
SOMBRA

Si me alejara un día
Si no estuviera
 ¿Qué perderías?  
                    
                     Mirada que zozobra en oleajes
                     Boca que te nombra en vela
                     Abrazo que desnuda la intemperie.

Apenas,
        ojos, boca y abrazo.
Medio cuerpo de mí 
Partidos miembros
Ambiguo pensamiento.

Cisma, penumbra.
Bajamar en playas olvidadas.

        Sesgado pecho de amor
        Feroz dolor de clandestino caminar.
       
 Como has querido siempre que así fuera.
                   Así me perderías. 
                                       Sólo sombra.


M.R.-C.    
Pasos Desnudos 
Poemario 2013

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