miércoles, 19 de marzo de 2014

PRESENTACIONES DE ANTOLOGÍAS EN EDITORIAL DUNKEN




EN EL SALÓN DE EDITORIAL DUNKEN
     PRESENTACIÓN DE LAS ANTOLOGÍAS 
CUENTOS BAJO EL PORTAL AZUL, GOTAS DE PRIMAVERA 
Y LAS COMPILACIONES CUENTO Y POESÍA FACE 2  y FACE 3 



    Marita Rodríguez-Cazaux, compiladora del Face 2, con el escritor Ricardo Tejerina y los Autores 



Foto

La escritora Wally Zambón, compiladora de "Cuentos bajo el portal azul", acompañada de
  los autores seleccionados y los escritores Marita Rodríguez-Cazaux y Ricardo Tejerina





ANTOLOGÍA DE CUENTOS PROLOGADA POR EL ESCRITOR ROBERTO BARLETTA



Los autores seleccionados por el escritor Roberto Barletta, autor del título y prólogo 
de "Gotas de Primavera" posan en el Salón de Editorial Dunken.
Compartieron mesa literaria junto a Barleta, Ricardo Tejerina y Marita Rodríguez-Cazaux




                                                            LETRAS DEL  FACE  2                                                               

                                                                      PRÓLOGO

Otra vez la propuesta literaria Face IV, de Editorial Dunken, me trajo la cercanía del placer que viví en la primera experiencia de la compilación Letras del Face, que se presentó en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2013.

El mismo entusiasmo, ese gozo de la lectura que me deparó la anterior antología también me acompaña en este segundo encuentro, y, creo entonces necesario compartir  mi sentimiento con sus talentosos autores.
En estos tiempos en que la violencia y la indiferencia parecen ser el eje que gobierna todos los puntos cardinales, he descubierto que Internet, ha reunido los más entrañables sentimientos y las más lúcidas reflexiones tras la invitación de la Editorial.

La imaginación y los recursos no tienen fronteras en el presente compendio de cuentos y poemas, obra que alcanza una sintonía particular. Digo particular, porque no es frecuente encontrar un ritmo tan encauzado, tan parejo en las selecciones donde participan varios autores.  Y en este caso, se amerita talento por igual y una calidad que no tiene mella en ningún renglón.

De haber elegido un nombre para esta obra literaria, hubiera pensado en “Historia del Espíritu, quizá influenciada por las palabras de Paul Valéry,  “La historia de la literatura no debería ser la historia de los autores o de la carrera de sus obras, sino la Historia del Espíritu como productor o consumidor de literatura. Esa historia podría llevarse a término sin mencionar a un solo escritor”.  Y esto es lo que finalmente ocurre;  ante la íntima emoción se recuerdan las palabras, los párrafos, las estrofas que trascienden a quienes las escribieron. 

El autor expone su costado más recóndito, su frontera de dudas, su sueño imposible. Se dona y se transparenta, se desnuda ante la obra y desaparece como sujeto para dar a luz lo infinito, lo inmortal. Como es natural, el mensaje queda más arraigado que el nombre propio, a tal extremo afincado en la memoria que vuelve veraz aquella copla que asegura que “los cantares no los ha escrito nadie”. No hará falta agregar que, por esa cualidad de generosa donación, les pertenecen a  todos.

Enseña Góngora que “el sueño es autor de representaciones”; si pensamos que representar es palabra que observa dos prefijos: re, hacia atrás, reiteración,  y pre, adelante, antes;  y ambos prefijos van unidos al verbo ser/existir/estar, tendremos una idea cabal del peso del pensamiento del magistral poeta y dramaturgo andaluz  -a quien todos recordamos por dos versos inolvidables del romancero, “Dejadme llorar/orillas del mar”- y aún más, habremos entendido que ese devenir, esa marejada que avanza y retrocede, es la que gravita en los sueños.

Un navegante la llamaría pleamar y bajamar, y estarían bien definidos sueños, paisaje y vocablo porque, para el escritor, el poeta, el artista, la vida se trata de bogar en mar de inquietud, en ondas de audacia y bajo todo el  universo.
A esos mundos lleva esta antología, a la tentación de perseguirlos -con Rosa de los Vientos  o sin ella - y encontrar el cauce libre, la ruta de lo que no puede tocarse. De lo etéreo, lo sublime. Del Espíritu que necesita la Historia para sobrevivir.

Solo me resta, en este plan de confidencial acercamiento, decir a los autores que han escrito la vida, y que aquel pensamiento que les dictó su sueño, está  presente, latiendo en la memoria de quien lo lea. Sueño y palabra que existirá por siempre en todas las épocas que tenga el mundo.
                                                                                                       


                                                                                          MARITA RODRÍGUEZ-CAZAUX



  


                                                          LETRAS DEL FACE 3

                                                                  PRÓLOGO



No puedo –ni quiero–, ocultar la satisfacción que me ha dado compilar este tercer volumen de Letras del Face. Como continuidad de sus dos antecesores, este libro se incorpora a la convocatoria de autores efectuada por Editorial Dunken a través de la red social Facebook, donde esta casa editora también tiene su Fan Page.

De tal modo, se ha producido una nueva vuelta de tuerca en el recorrido de lo escrito que lleva cinco mil años (desde las tablillas de arcilla sumerias hasta la impresión del último best seller global): cientos de autores de la red, con textos digitalizados, pugnaron por ganarse un lugar en las páginas físicas de un libro tradicional. ¡Enhorabuena!

Yo creía en esto desde hace bastante tiempo atrás, aun sin tener una comprobación empírica. En un ensayo que di en llamar “¿Por qué escribimos? Los blogs, la tecnología y el libro” (que integra un volumen bastante más extenso titulado Replicarte. Hablemos de arte y cultura), sostenía que: “¿Cuántos autores han encontrado en los blogs un medio para explorar y volcar su obra o parte de ella? Muchísimos seguramente. Pero no es, a mi criterio, la red un espacio meramente experimental, por el contrario es un disparador de sentido, un puente hacia el libro, al que le brindará también sus mejores exponentes”. Si entendemos que cuando yo hablaba de blogs, por extensión y crecimiento posterior, ese espacio sería ganado por las redes sociales, podemos asumir sin equívocos que dicho pronóstico –que resultó ser una suerte de prognosis– se ha cumplido cabalmente. La saga de Letras del Face, lo acredita de modo categórico.

Y así fue, y así es. La red nos ha brindado a sus mejores exponentes, y ahora sus obras también viven sobre el papel, dándole contenido narrativo y poético a un libro que, por todo ello y también por su cuidada estética objetual, resulta completamente bello.

Quien bucee en las páginas de Letras del Face III hallará obras de significados y propósitos heterogéneos, conducidas hacia una unidad de sentido por la Providencia literaria. Cuentos y poemas se entrelazan para tributar a la escritura. Hay un fluir natural que amalgama las alboradas luminosas de la esperanza y el amor con las más misteriosas cavilaciones nocturnales de las decepciones y los dolores.

Autores de laboriosa pluma se dan cita en estas páginas para regocijo de anónimos lectores que llegarán a este libro creyendo que lo hacen por casualidad, como quien descubre en plena calle aquel rostro que –hasta ayer mismo– sólo en sueños lo acompañaba. Bueno es saber a tiempo, que nada de eso es mero capricho del destino, simplemente es la vida que, a como dé lugar, nos permite sin retaceos ni mezquindades cumplir cabalmente con nuestra leyenda personal.

El libro ya está escrito, lo demás es porvenir.

                                                                                               RICARDO TEJERINA








                                                          LETRAS DEL FACE  IV

                                                                     PRÓLOGO

Invito a transitar en carne viva, esta magnífica antología que repite la destacada altura literaria de las anteriores  ediciones de Letras del Face, de Editorial Dunken.

En un abanico de recursos sorprendentes, tienen espacio narraciones y poemas que aportan cualidades  frías y cálidas, realismos y vuelos mágicos, escenografías de distancia y de proximidad, atmósferas de acertada descripción.  Paisajes metafóricos, estrofas armadas sobre patrones métricos fijos o trabajadas sobre técnicas de originales licencias. Prosa y poética, que llegan desde valores internos que responden  a la observación y a la búsqueda de reinos sublimes, como la Naturaleza, la Libertad, el Amor.

Coinciden todos los trabajos en una pirotecnia verbal fabulosamente colorida, detonante,  asombrosa e inquieta. En ellos, encontrará el lector  voces de todas las edades y todos los acentos, cuestionamientos sin asomo de respuesta y respuestas a interrogaciones amordazadas. Interpelaciones indirectas o francamente desenvueltas, desnudas. Sin duda, sus autores, han debido subir  escaleras de sensibilidad para trepar a las torres del espíritu.

Frente a esta íntima manera de escribir sería apropiado recordar que ya desde la década del 40, los escritores declinaron lo tradicional y, presionados por acontecimientos públicos relevantes, impusieron una abierta estructura en las narraciones y los poemas. Todos hemos leído maravillados las obras que se gestaron en terribles guerras civiles, en tiempos de enfrentamientos mundiales y belicismos contra el cuerpo humano y lo que es peor, contra el sentimiento de mujeres y hombres que defendieron nuevos derechos y nuevas elecciones de vida. En este cuadro humano, creció una literatura sobresaliente que expuso las necesidades humanas y combatió denigraciones, injusticia, violencia, con la palabra enarbolada y escrita.
Así se hicieron evidentes los paisajes humanos que pintan aldeas para pintar universos en la cotidianeidad de lo mínimo, narraciones y poética confesional, en primera persona, con acuciante realismo e íntimas más allá de las propias biografías. Obras, trabajos que exploran y acechan entre lo humano y lo místico. Este estado que recrea Teodoro Roethke  en un poema de  “Palabras para el viento” (1959), estrofas que testimonian la sensible infinitud del que  observa la vida con otra mirada, del que advierte la beatitud en el gorjeo del ave y de la mujer, idioma que comprenden solamente los que armonizan la palabra oral y escrita:

“Conocí una mujer amorosa hasta los huesos,
cuando un ave pequeña suspiraba
ella le devolvía el suspiro.”

Esta figura excelsa, bien puede acoplarse al pensamiento de Javier Sierra, “un escritor no debe dejarse manipular por el éxito ni acudir a fórmulas”, con lo que cabe obligarse a escapar del éxito y mantenerse fiel al propio, natural interiorismo y contra todo prejuicio.

Esta conducta expone la audacia, el valor del héroe -diría mejor, del antihéroe-, en  complicado avance por rutas de realidad desconcertante,  en sociedades con ideales invertidos. Tal como dijo la talentosa poeta Adrienne Rich en “La que camina por el techo” (1961)”…expuesta, más grande que el mundo real y condenada a romperme el cuelo”. Y aún más,  sin poder hacerlo de otra manera que no sea la de tantear caminos entre renglones desparejos, cornisas de resbaladizos adjetivos, patinando verbos, para volver a levantarse, equilibrado en el desequilibrio, sostenido, amarrado al áncora que salva: el Arte en todas sus dimensiones.

Bajo este sino irrevocable, vive el escritor. A las puertas del paraíso perdido, a contracorriente de lo prohibido y en constante actitud de búsqueda. Por este solo y gigante milagro, invito pues, a los lectores a internarse en el paisaje sorprendente, incógnito, que guardan estas obras y, a sus autores,  a leerse.

                                                                                           MARITA RODRÍGUEZ-CAZAUX




LETRAS DEL FACE V

PRÓLOGO



En una de las últimas presentaciones habituales que solemos realizar en Editorial Dunken, dije: “La vida se abre paso a como dé lugar”. A fe les digo que no es un ejercicio de jactancia citar esa reflexión –que bien podría ser apropiada, compartida, o haber sido manifestada con anterioridad y mejor tino por un sinnúmero de personas–, sino que lo hago porque llegar al volumen número cinco de Letras del Face, tiene mucho que ver con el sentido que yo pretendí inscribirle a esa frase, al momento compartirla con los autores y colegas presentes en aquella oportunidad.

En la última Feria Internacional del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, en la Sala Victoria Ocampo y en una jornada fantásticamente luminosa, salió al ruedo el volumen insignia de esta saga. Sinceramente, no sabía cuál sería su suerte, pero ese nacimiento tan auspicioso en lugar tan legitimado, de algún modo resultó decisivo para la buenaventura posterior. ¡Enhorabuena!

Desde aquella primera compilación a cargo de mi estimada colega y refinada poeta Marita Rodríguez-Cazaux, hasta este quinto volumen, cientos de autores provenientes de la red han visto plasmadas sus obras en esta ya –permítaseme la asignación de categoría– clásicas página. Claro ejemplo de una política cultural de matriz diversa y federal que lleva adelante la Editorial; porque, las políticas culturales no son otra cosa que “un concepto y una acción orientada en esa dirección”, y son llevadas a cabo o bien por el Estado, o las organizaciones del Tercer Sector a las que conocemos como ONG, o como en este caso, las organizaciones privadas. Todos hacemos cultura, “todos culturamos”, como suele decir el antropólogo tucumano Ricardo Santillán Güemes, y la razón que tiene.

Retomando, “la vida se abre paso a como dé lugar”, y la escritura también. En sus jóvenes cinco mil años ya pasamos de las primitivas tablillas de arcilla, de los papiros y los pergaminos, a la imprenta, a la foto-duplicación masiva y ahora: al texto digital; pero el libro… sí, el libro, ese preciado y consagrado objeto que vive de su interior fecundo, sigue conservando ese donaire, esa distinción y al mismo tiempo ese simbolismo que podría resumirse en que: “lo que hasta allí ha llegado, para siempre vivirá”.

Y es así, por eso este volumen también dignifica a los autores pretéritos, a aquellos que han dejado su marca en los contemporáneos que han volcado sus sentires en esta compilación que reúne a dos géneros típicos, como lo son el cuento y la poesía.

Sepa, amigo lector, que lo que aquí se publica proviene de una ardua y minuciosa selección. Las obras que integran este libro han emergido como destacados estandartes de la nueva producción literaria que fluye por la red, esa misma que hoy es nuestro presente y que mañana será nuestro meritorio acervo.

Editorial Dunken y quien suscribe, no podemos menos que sentir el sano orgullo de haber hecho junto a cada uno de los autores y trabajadores editoriales, este modesto aporte a la democratización de la cultura. Y, sinceramente, está bien. Muy bien.

                                                                                              RICARDO TEJERINA


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El compilado de Letras del Face III y Letras del Face V, han sido realizados para Dunken, por el escritor Ricardo Tejerina, quien es autor de los Prólogos que publica "El Ojo Críptico" con fecha sábado 15 de marzo.
El Autor ha tenido la gentileza de mencionarme en el escrito correspondiente a Letras del Face V, con la generosa disposición que lo caracteriza, por lo que incluyo en el presente blog literario sus magníficos trabajos de pórtico a las antologías mencionadas. 
De esta manera se comparten en este espacio los últimos cuatro prólogos de Letras del Face. 

                                                                                         

* Ricardo Tejerina, nació en la ciudad de Buenos Aires en 1968.
Es escritor, periodista, prologuista,ensayista y gestor cultural.



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