miércoles, 14 de mayo de 2014

CRÍTICA LITERARIA

EL HÉROE DISCRETO


El héroe discreto



Dentro de su peculiar estilo, Mario Vargas Llosa (1936, Arequipa, Perú) parte de dos historias al parecer completamente ajenas, y les dedica sucesivamente un capítulo a cada una, y a la vez las amplifica en situaciones y personajes, hasta que avanzada la novela las engarza demostrando su maestría literaria.

En una de esas historias, Felícito Yanaqué, un exitoso empresario de transporte que reside en Piura, es extorsionado para que pague derechos de protección, pedido que rechaza dispuesto a perder su vida y la de sus seres queridos con tal de no traicionar sus principios. En la otra, el viudo Ismael Carrera, titular de una prestigiosa firma aseguradora de Lima (y amigo de Don Rigoberto), se casa con su joven sirvienta, y sufre el asedio de sus dos hijos que están dispuestos a anular su reciente matrimonio para quedarse con la futura herencia.

Yanaqué es un individuo íntegro porque su principal objetivo es ser leal a sus ideas. Vargas Llosa forja un clima de ambigüedad que pone en vilo al lector: no sabe qué rumbo tomará la novela porque ignora los propósitos de varios personajes. Además, presenta continuos giros de la acción y narra varios hechos del pasado junto con otros del presente entremezclando los diálogos. El escritor peruano logra cerrar esta ficción compleja con destreza narrativa, pero tal vez su final sea demasiado complaciente: los malos pierden en forma estrepitosa y los buenos viajan placenteramente a Europa.

El héroe discreto presenta varios temas, entre ellos los odios irreparables que suelen surgir entre padres e hijos. La sensualidad y el erotismo constituyen prácticas frecuentes entre el protagonista de Los cuadernos de Don Rigoberto y su esposa Lucrecia (ambos y Fonchito también provienen de Elogio de la madrastra, así como el sargento de policía de Lituma en los Andes). Vargas Llosa reflexiona sobre el misterio de la condición humana: “Los seres humanos, cada persona, somos abismos llenos de sombras“/ “¿Podían ser sus días una secuencia preestablecidas por un poder sobrenatural como creían los calvinistas?”
 Más allá de las declaraciones reaccionarias que el escritor acostumbra a brindar a los medios, aquí expresa una visión negativa del periodismo actual cuando afirma a través de Rigoberto que su función “en este tiempo, o, por lo menos en esta sociedad, no era informar, sino hacer desaparecer toda forma de discernimiento entre la mentira y la verdad…” / “… apareciendo ahora casi a diario en esas hojas de un periodismo de cloaca, enfangado en un amarillismo pestilencial.” / “La televisión envenenaba a la gente con tanta sangre y porquería”.

No quedan dudas de que la prosa de Mario Vargas Llosa es una de las mejores en lengua española por su conciso desarrollo y sus precisas descripciones. Y no faltan las frases bellas y exquisitas: “Si hubiera habido sol, ésta sería la hora mágica de Lima. Unos minutos de belleza absoluta. La bola de fuego se hundiría más allá en el horizonte (…) representando, por unos minutos, ese espectáculo entre sereno y apocalíptico que anunciaba el comienzo de la noche”.

Mario Vargas Llosa ha obtenido los siguientes premios: Leopoldo Alas, Biblioteca Breve, el de la Crítica, Rómulo Gallegos, Cervantes, Príncipe de Asturias, PEN/Nabokov, Grinzane Cavour y el Nobel (2010).




“El héroe discreto” de Mario Vargas Llosa (Alfaguara, Buenos Aires, 2013, 392 páginas)


* * *





¡¡FACUNDO!!


                                           Por Germán Cáceres *




Pablo Hernández subraya en el primer prólogo: “Es el Facundo de Massaroli, pues, una historieta. Pero es también un libro de historia”. Por eso en ella abundan tanto los textos explicativos como los diálogos y, para eludir esta dificultad narrativa, Massaroli cambia continuamente de planos, de ángulos, de enfoques y, a tramos, introduce cuadritos mudos. Así, la fluidez de la secuencia gráfica es notable y permite vigorizar las escenas de acción. Son primorosos los ámbitos nocturnos que representan las relaciones amorosas de Facundo y su esposa Dolores. Y dibuja con destreza las batallas y los combates a caballo.

La primera parte, “El Tigre de los Llanos”, es motivo de revalorizaciones, en las que el autor se pone manifiestamente del lado de los federales y de Facundo Quiroga. Ataca con indignación la figura de Rivadavia y a los unitarios, a los que califica de antidemocráticos y cipayos del imperio británico. A Lamadrid lo señala como un asesino feroz, mientras que al caudillo riojano lo sublima como un héroe querido por los pueblos provincianos. En cuanto a su concepto del general Paz no podía ser peor: “Mediante el inhumano recurso de disparar sobre su propia gente en retirada, Paz logra detenerla…”, una actitud similar a la del siniestro general Mireau de La patrulla infernal (1957), de Stanley Kubrick.

“Barranca Yaco” es el título de la segunda parte, en la que los cuadritos de mayor tamaño y los textos concisos favorecen la narratividad. Y sobresale el arte de Massaroli: en la página 48 los contrastes de blancos y negros de los caballos que conducen una diligencia conforman una viñeta bella y vigorosa.

Un halo de tragedia recorre este bloque en el que se teje la conspiración que trama el asesinato de Quiroga. Como dice Frank Szilágyi en un segundo prólogo “José logró lo que es casi imposible en los relatos históricos: que los personajes no sean cartones, sino que estén VIVOS”. 

Para que no queden dudas sobre su posición ante esta lucha fratricida, Massaroli transcribe la proclama unitaria escrita en Chile por Sarmiento: “…es necesario emplear el terror para triunfar en la guerra. Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los enemigos. Debe tratarse de igual manera a los capitalistas que no presten socorro…; es preciso desplegar un rigor formidable (…) Debe imitarse a los jacobinos de la época de Robespierre”.

José Massaroli ha concretado una excelente historieta y, a la vez, una visión de la historia argentina nada convencional, que apuntala con datos, fechas y una bibliografía.

José María Massaroli  

Ramallo - Pcia. de Bs.Aires  (1952) - Dibujante,ilustrador y guionista de historietas y animación. 



¡¡FACUNDO!! de José Massaroli
La Duendes, Comodoro Rivadavia, 2014
(94 páginas)

* Germán Cáceres, escritor y dramaturgo argentino de consagrada trayectoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario