POÉTICA

DE PIE

Hizo falta andar entre las sombras,

reptar el alma sobre campo minado

para aprender a desechar la pena.

Hizo faltar llorarme a mí misma 

para verme sin brumas.

Al fin, no más dejar de ser, dejar de estarme

en la contraria orilla.

Desterrada la culpa -yo sé-, vendrá el tiempo

del dolor,

pero estirado el cuerpo hacia la altura

también la herida tendré a mayor distancia

en este caminar inaugurado 

sobre mi propia vida.

Iré, como los niños que aprenden a caminar,

a gatas.

Sólo un momento, porque la vida es corta.

Y media vida me queda, todavía,

para andarla sin estarme de rodillas.

CONVERSA

Esta que soy, hace un instante, era

temblor entre tus brazos.

Beso abierto a tu beso y caricia

juramentada.

Hace un instante, era, 

la voz que te nombraba, la cabeza,

los pies, el vientre, el alma,

las entrañas.

Era, hace un instante. Ahora,

el mundo se ha movido

-imperceptiblemente-

y estoy en otro instante de mi cosmos.

SINFONÍA

La mansedumbre de la tarde trae

aliento con perfume a tierra.

Rumor de hojalata llena el cuenco de la noche,

desde el techo de zinc.

Ha dejado la lluvia, cuarteados los cristales

y un son de grillos en el patio.

Tienen las flores un mohín de pena.

M.R.-C.

PULSO SENSUAL
Poemario (2014)

Imagen:  Internet