jueves, 28 de agosto de 2014

PERIÓDICO IRREVERENTES


“CASTILLOS REALES, CASTILLOS MENTALES” 

 DE ALBERTO E. FELDMAN


                                                                                                                   Por Marita Rodríguez-Cazaux
Castillos Reales Castillos Mentales II
Alberto Feldman (Buenos Aires, 1941), escritor que dejó sus estudios de Medicina a un paso de doctorarse, presenta en segunda edición, treinta y tres cuentos (no por nada, “diga 33…otra vez…otra vez”) bajo acertado nombre porque son almenas, puentes, murallas, patios, y alcobas y pasillos y escaleras que el Lector habrá de transitar, celebradamente.
Narrador ilustrado, entretenido, de léxico oportuno, nada más adentrarse en sus escenarios, se palpa sustancioso momento y se quiere seguir estando.
Los personajes, descubiertos en la cotidianeidad, (vecinos, amigos, compañeros de tareas, profesores, colegas, extraños y conocidos) le dan rumbo a viajes humanos que, además de divertidos, acomodan inquietudes, esas mismas que nos hacen ruido y que quisiéramos ubicar en el mejor recinto de nuestro propio castillo.
Por citar, “La Tía Rosita”, que decapita infancia, juventud y madurez frente a la  “única parte de la casa que se embellece un poco más cada día”, da paño para análisis profundo. “Cupido vino de Galicia” es una historia que parece mínima y sin  embargo, ocupa toda una vida, o diré mejor, tres vidas. “Hora de la siesta en el jardín”, conserva prosa poética en un escenario cinematográfico sobre el final de la existencia de Susi, transcurrida a través de composiciones musicales. “Saliéndose de las casillas” es un cuento de redondez impecable y con un cierre que equilibra el trapecio donde se  mueve el miedo de Julia, la protagonista. “Punto final en La Perla”, recupera del Otro Mundo los tiernos afectos que -siempre-, llegan  en el momento preciso. “La foto escondida” sacude evocación y nostalgia en un clima de pretérito y presente, “El pianito de carey” transita espacio de tiempo con elipsis acertada, “Una pared tapizada en gobelino bordó” concilia Bucarest, Viena y Buenos Aires con genuina creatividad. Para confirmar su vocación desviada, “La mano del cirujano” y “Adiadococinesia”, palabra que define la incapacidad para coordinar y realizar rápidos movimientos voluntarios de carácter alterno, es pórtico en la historia de Ester Williams, Tobi y su dueño, el niño que jamás aprendió a nadar.
“Los jardines del Generalife”, “Castell de Cabres”, “Castillo de Aldomóvar del Río” y “En la Luna de Valencia”, que pertenecen a la saga “Postales de España”, configuran imperdible lectura por jugosas anécdotas y transportan a tiempos que, más que vivirse, han sido narrados.
Sin duda, Alberto Feldman, tiene talentoso manejo del cuadro y sus cuentos cortos apuntan a las postales humanas y al disfrute. Nada para dejar de lado, porque de disfrutar se trata la lectura, y la vida, al menos, eso mismo aconsejan hasta los médicos.
El Autor, prepara la próxima edición de su obra “Tango final en Saavedra y otros 36 cuentos”. Habrá pues, que estar atento. La promesa de aventura volverá a estar cumplida.
                    
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"EL ARTE DE LA VIDA"

DE ZYGMUNT BAUMAN

                                                                                                                             Por Germán Cáceres
Tapa II
Zygmunt Bauman (Poznan, Polonia, 1925) es un reconocido sociólogo y filósofo polaco, que obtuvo junto con Alain Touraine el Premio Príncipe de Asturias 2010. Desde 1971 reside en Inglaterra y es profesor de las universidades de Leeds y de Varsovia. Se hizo famoso por su concepto de la actual sociedad líquida, caracterizada por la incertidumbre y la relatividad de los valores.
En El arte de la vida comenta el proyecto (le projet de la vie) del que hablaba Jean-Paul  Sartre: el individuo tenía un objetivo personal y urdía un plan para alcanzarlo. En cambio, en la modernidad (o posmodernidad) ya no hay un único principio rector, sino que éste cambia constantemente dado que se busca la felicidad a través de la adquisición de los bienes de consumo. Ahora importan el éxito y la autorrealización, esta última de acuerdo a los patrones cambiantes de las modas y las señales del mercado. Pensar que el filme Héroes olvidados (1939), de Raoul Walsh, hacía referencia a la crisis del ”exitismo”, y hoy éste se encuentra más arraigado que nunca. Un individualismo extremo convierte a las personas en esclavas de sí mismas, después de haber sido moldeadas por los principios del marketing. Ya no necesitan ser expoliadas por corporaciones, sino que lo hacen con sus ilimitadas exigencias. De allí el desasosiego y el desgarro que sufren íntimamente. El pensador coreano Byung-Chul Han (Seúl, 1959) arriba a conclusiones similares, de acuerdo a  la nota de Agustín Scarpelli (“Crítica a nuestro ilusorio albedrío”), aparecida en el Nº 568 de la revista Ñ (16.8.2014).
Otro de los conceptos marcados por Bauman es el de generación, la cual  anteriormente se interrumpía cuando un giro substancial en la sociedad hacía nacer una nueva etapa. Pero ahora, la innovación tecnológica y los cambios de paradigmas son  continuos, de modo que los puntos de vista de los seres humanos se modifican a cada instante. La obsolescencia no necesita ser planificada, forma parte de nuestra vida líquida, que equivale “a permanecer en un estado de transformación permanente, a redefinirse perpetuamente transformándose (o al menos intentándolo) en alguien distinto del que ha sido hasta ahora”. O sea, “huir de uno mismo y adquirir un yo hecho a medida”.
En este ataque frontal a la sociedad de consumo (“…la ideología defendida en la actualidad, desde arriba para uso popular, es una creencia de que pensar en una ´totalidad´ y componer visiones de una ´buena sociedad´ es una pérdida de tiempo…”), Bauman advierte que la solución podría buscarse en el pensamiento del filósofo Emmanuel Lévinas, que sostiene que la huidiza felicidad radica en el desprendimiento, en una ética pura, sin condicionamientos, en “ser para otros”. Y aprovecha para recordar una frase del venerado Erich Fromm: “El amor es principalmente dar, no recibir”.
La traducción de Dolors Udina logra transmitir con claridad las ideas desplegadas por el ensayista.
                                        
                                                                                                  * * *

Reseñas publicadas por periódico Irreverentes en la fecha.

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