miércoles, 5 de agosto de 2015

UNA DEFORMACIÓN PROFESIONAL

                                                                                                       Por Alberto Ernesto Feldman
Me adelanté a mi secretaria, que estaba respondiendo un llamado telefónico, y le abrí la puerta. Me impactó al instante, la debo haber comido con los ojos, porque bajó tímidamente los suyos. Con un impulso irreflexivo, levanté suavemente su mentón con dos dedos y le dije que siguiera mirándome siempre, sin pensar que pudiera enojarse, dar media vuelta, y desaparecer.
Eran los ojos más hermosos y expresivos que había conocido en toda mi vida, puestos como la frutilla de la torta en una mujer bella por donde se la mirase, y nos quedamos los dos como hipnotizados o, mejor dicho, yo hipnotizado y ella sorprendida, hasta que mi buena secretaria rompió el encanto ladrando: – ¡Doctor, haga pasar a esa chica y cierre la puerta que hay mucha corriente!
Entramos al consultorio y me volví a solazar en esos prados verdes con manchitas grises. Entonces supe que su mirada iba a encontrar muchas veces la mía. Habría muchas consultas; esas lesiones sumadas de cristalino, iris y retina exigirán tratamientos prolongados y controles periódicos. El proceso está tan avanzado que se lo puede diagnosticar a simple vista, pero igual voy a confirmarlo con instrumental y pruebas de Laboratorio. Finalmente, y sin garantizar resultados, seguro que va a ir a cirugía, pero hay mucho que hacer antes, esto no es frecuente ni ha sido muy estudiado, exige muchos cuidados. Ojalá que se pueda detener la evolución. Mis ojos y los suyos van a estar mirándose muchas veces en ambos extremos de alguno de los tantos aparatos que la tecnología nos ofrece a los oculistas. Hermosa criatura: todo lo que pueda hacer por ti, lo haré, y no me detendré hasta que se borre la angustia de tu rostro tenso y una sonrisa se instale en forma permanente.
¡Maldita sea la deformación profesional, que me impide disfrutar totalmente de la belleza de los ojos de esta mujer al ver tan claramente su Patología!

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