Durante mi niñez, gocé de “El reino del revés”; un bello libro infantil. Hace unos días, lo hallé en la biblioteca paterna; conservaba, a pesar del rigor del tiempo y del manoseo de los niños, la tapa dura y todas sus olorosas páginas amarillas. A su lado, como compañeros inseparables, estaban “Zoo loco” y “Dailan Kifki”.
La ilustración de la portada me invitó a disfrutarlo. Accedí, derrotando una mezcla de timidez y vergüenza. Mientras mis ojos leían, mis pensamientos cantaban “Canción de bañar la luna”, “Canción de la vacuna”, “Canción del Jacarandá”, “Canción de tomar el té”. De pronto, estuve con Manuelita, Mono Liso, la Reina Batata, el brujito de Gulubú y el doctor manejando su cuatrimotor; personajes inolvidables. Increíblemente, las ilustraciones me resultaron familiares. Aún las recordaba; cuántas veces las había observado y cuántas otras intentado copiar.
Las palabras me llevaban a una época lejana, construida de recuerdos y sensaciones, de canciones y dulces voces. La obra, una vez más, volvía a mostrar su lenguaje lúdico, innovador y atractivo, capaz de eclipsar a niños y niñas.
Las pegadizas letras han dejado su impronta en varias generaciones y “Manuelita la tortuga” ha sido llevada al cine. A pesar de ser un libro infantil es un estandarte de la crítica social, desde la dictadura militar argentina hasta el presente.
Vale la pena volver a toparse con “El reino del revés” y con María Elena Walsh. Vale la pena evocar los valores de la niñez y preguntarse si, actualmente, dos y dos son tres.
“El reino del revés” (1965) María Elena Walsh (1930-2011) poeta, escritora, cantautora argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario