miércoles, 27 de julio de 2016

POÉTICA






AMOR, LEANDRO Y HERO


He de cruzar la orilla para tenerte
esta noche en mi abrazo, Amada mía.

En tu abrazo esta noche, Leandro amante
no habrá mar de bravura que nos separe.

Abidos y Sestos están distantes
a un palmo de tu cuerpo Amada amante.

Rasga la red salada del Helesponto
sobre la ruta blanda hasta mi cuerpo.

La luz de fuego agita sobre la noche
un oleaje dócil hasta tus carnes.

Tempestad de tragedia, dioses profanos,
Que por celos separan
Amor y Amado.


Un estertor de muerte ahogó mi pecho
y amordazó la boca que te llamaba.

Sobre la arena yaces como en un lecho,
tu cuerpo es el sepulcro de mi deseo.

En un dolor errante sobre la orilla
he de llegar Amada a tu cintura. 

La luna va matizando de brillo ausente
un pedazo de cielo en mi ventana.


Vacía la noche opaca y la alborada
Trágico aullido clama desde la torre
cuando la muerte abrazan
Hero y Leandro. 










POR OBRA Y GRACIA



El misterioso milagro de tu verso
en el espacio de todos mis defectos
cadencia de luz ha derramado

–Diadema de poder y de hermosura,
egida y lanza, escudo de Perseo–.

Y todo lo que soy desaparece,
profano proceder, plebeya suerte.
Sombra que va con tantas sombras,
serpenteando abismos, vida y muerte.

Una mujer común, un imperfecto
muestrario de humanas latitudes
que por el mítico camino del ensueño
sólo por obra y gracia de tu verso,
se transforma en purísima Atenea

–Diadema de poder y de hermosura
égida y lanza, escudo de Perseo–.



M.R.-C.
POESIA CONGREGADA (2014)
EDITORIAL DUNKEN




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