viernes, 3 de marzo de 2017

PERIÓDICO IRREVERENTES


BREVE RESEÑA 

¨MELODÍAS EN LA ORQUÍDEA¨ 

DE FERNANDO MOROTE


Por Alberto Ernesto Feldman
banistas-polanco

Ha sido un motivo de satisfacción y orgullo  tener la oportunidad de escribir sobre la más reciente obra editada de Fernando Morote.
No es una selección de cuentos y/o relatos al estilo clásico, y no podía ser de otra manera,  porque Fernando no es un escritor convencional.
El libro se compone de una primera sección, “El salón de los rechazados” en forma de conferencia (quizás fue realmente una conferencia ante público general o alumnos de Literatura), que a contramano de lo que su título sugiere, es una brillante Declaración de Principios éticos del escritor y al mismo tiempo funciona perfectamente, aunque esa no haya sido su intención, como un manual de instrucción y consejos dictados por su experiencia, en relación con lectores, colegas, editores y medios de difusión.
Muchos de los que escribimos nos veremos reflejados aquí en su evolución desde el principio de su actividad literaria y también en sus intentos por difundir sus trabajos y alcanzar su lugar, como él cita: “trabajando duro, pero con los ojos abiertos, porque el sudor nubla la vista”, o “si no lo siente, no lo trasmite”, “una cosa es adaptarse y otra prostituirse”. Éstas y otras frases muy didácticas, en un texto escrito con una prosa muy ágil y atrayente, estoy seguro que provocará también el entusiasmo por iniciarse en la Escritura por parte de muchos lectores sin previa experiencia.
A continuación, un soberbio cuento policial, “La toalla manchada de sangre”, de final insospechado y con un fuerte valor agregado: para quienes no conocemos Barranco, el barrio bohemio de Lima, tenemos un paseo turístico de la mano del comisario que, buscando pistas o algún testigo que permita resolver el asesinato del gigantesco zambo, aparecido cadáver en el Puente de los suspiros, conversa con comerciantes, antiguos amigos, un sacerdote “pachanguero” y algún informante, mientras nos cuenta sobre los artistas famosos que viven aquí, los hermosos balcones volantes, los antiguos cines que el tiempo fue transformando , algunos bares y salones bailables, entre ellos “El Plebeyo”, donde se originaron los hechos que van llevando al crimen investigado a su sorpresiva e inesperada conclusión.
El tercer y último tramo de “Melodías en la orquídea” el titulado “El país de los feos”, es una serie de microrrelatos que arrancan con “Lima Mía”, una encendida carta de amor a la ciudad que lo cobijó y que regala a quienes no la conocemos, el olor del mar, la belleza de sus balcones y nos sumerge con la palabra “alameda” en las canciones de Chabuca Granda.
Estos dieciocho relatos, la mayoría en realidad microrrelatos, son graciosas vivencias del autor, como sus incursiones en el Teatro y la Cinematografía, en “Puro Teatro” y “Hollywood me queda chico”; un invento que permite en “Preludio y fuga en do mayor sin ayuda de Bach” escapar volando de un atascamiento de tránsito, y en “Audacia al volante”, las desventuras de un pasajero en un gran ómnibus articulado que al tomar una curva a gran velocidad despide al conductor de su asiento y mientras continúa su alocada carrera, el chofer sigue en el piso, pero eso sí aferrado al volante, que también se ha desprendido de su eje.
Encontramos curiosas características en dos médicos poco recomendables, personajes de dos de los microrrelatos: “Chuleta, el mimoso seductor” y “Visita médica”.
Para que ustedes lectores, descubran y disfruten los relatos incluidos en esta sabrosa obra, termino esta sencilla reseña con la frase con que nuestro autor, Fernando Morote, la concluye, revelando otra de las facetas que encontramos en su producción :“El sarcasmo tiene la bella virtud de dejar al descubierto la ridiculez humana”.
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